Historias

El trampolín hacia una nueva vida al norte de las vías del tren

El trampolín hacia una nueva vida al norte de las vías del tren

Susana Mangut

10 febrero, 2020

La andadura del Proyecto ‘Motiva’ continúa dejando huella en sus cinco años de existencia y diez ediciones. Se define como “mucho más que un proyecto de intervención eficaz”, es sin duda, un trampolín hacia una nueva vida, que impulsa a aquellos que se suben a esta oportunidad, a construirse como personas en una sociedad en la que sí es posible abrirse camino,ser uno mismo e incluso vivir orgulloso de ello.

El proyecto nace de la mano de Fundación CB y se encuadra al norte de las vías del tren, en Badajoz, por un motivo primordial: ayudar a paliar las altas cifras de fracaso escolar y desestructuración en la vida de la población adolescente y proporcionarles las herramientas necesarias para que puedan encontrar otro camino. Alcanzar la autonomía personal y laboral, la integración social y en definitiva un cambio de rumbo

Ismael Beltrán tiene 22 años y desde hace poco más de dos, desempeña su trabajo como guarda en la Residencia Universitaria de Fundación CB. Hoy se describe a si mismo como “una persona llena de ilusión, con un trabajo que le hace sentirse capaz de llevar las riendas de su vida y con una pareja y un hijo al que, además ahora, puede dedicarle tiempo”. Pero antes de alcanzar esta situación, el escenario de su vida era otro bien diferente, aunque para cambiar las cosas, no haya tenido que moverse de su  barrio, donde asegura que ahora es feliz. Ha querido recorrer en retrospectiva todo lo caminado por una senda llamada ‘Motiva’ y nos lo narra en esta entrevista, en la que deja claro que “si se quiere, se puede”.

 

 

A los 22 años, resulta todo un privilegio, tal y como está la situación, que puedas decir que tienes un puesto de trabajo…

Efectivamente y yo lo valoro muchísimo. Llevo aquí, en la RUCAB trabajando casi dos años, como guarda y soy consciente de lo que supone, sobre todo contemplando el panorama actual, tan complicado.

 

¿Cómo llega a tu vida ‘Motiva’?

Yo vivo en la barriada de las Ochocientas y a través de nuestra asociación de vecinos, me  llegó un día la información sobre un curso financiado por la Fundación CB, consistente en tres meses de formación y otros tres meses desempeñando prácticas en una empresa. Recuerdo que hice una entrevista junto con otros chavales de mi edad que provenían, no solo de mi barrio, sino de  otras zonas como los  Colorines o  la Luneta.

 

De las zonas de las que hablas, ¿crees que se conoce todo lo que hacéis y como vivís allí realmente o piensas que hay todavía mucho de estereotipo sobre las cosas que suceden y sus gentes?

Pues yo sigo viviendo en las Ochocientas, en mi barrio, en un piso de alquiler junto a mi pareja y mi hijo y la verdad, pienso que sí, que están desvalorizadas todas esas barriadas porque casi siempre se cuentan sucesos y aspectos negativos, pero se debería hablar más, por ejemplo, de la situación en la que se encuentran los muchachos de entre 15 o 16 años, hasta los 18,  que dejan sus estudios y se echan a perder y de cuánto se podría hacer por ellos.

 

Hace algún tiempo, tú también formabas parte de ese tipo de chavales,  ¿cuéntanos como vivías antes de que el Proyecto ‘Motiva’ llegase a tu vida?

Yo también fui de los que dejó los estudios. Tenía unos 15 años y lo hice porque no me llamaban la atención, aunque ahora, sin embargo me gustaría mucho volver a retomarlos porque no llegué ni a sacarme el graduado escolar. Afortunadamente, cuando casi más perdido estaba llegó esta oportunidad y tuve suerte porque, tras la entrevista, me eligieron y todo cambió. Debo destacar el papel de Estefanía Rodríguez, nuestra psicóloga, que me ayudó muchísimo durante tres meses que jamás olvidaré. Sobre todo consiguió cambiar mi actitud, porque yo era una persona que no daba mi brazo a torcer; solo me interesaban mis ideas y mis pensamientos. Además, cuando  te encuentras en estas circunstancias, en las que dejas los estudios y tu familia no puede vivir por encima de sus posibilidades, pues te buscas la vida como puedes sin pensar en consecuencias. Te ves obligado a conseguir dinero de otras formas, en el campo, yendo a por cobre…en fin… Lo que surja. Cuando eres un crío pues lo haces y ya está, pero luego, de adulto, recapacitas sobre lo que has hecho y te das cuenta de que no  fue lo correcto.

Insisto en que lo más importante, fue mi cambio de actitud porque yo era muy machista y retrógrada y fue Estefanía quien cambió totalmente mi percepción de la vida, durante esos tres meses de curso. Ella me ayudó desde el minuto uno y se lo agradezco muchísimo. Por eso ahora lamento tanto haber dejado los estudios, pero con 16 años no piensas en otra cosa que no sea pasártelo bien con tus amigos.

 

Después de concluir los tres meses y despegar en el Proyecto ‘Motiva’, ¿qué sucede con el nuevo Ismael?

Tras terminar los tres meses de curso junto con nueve chavales más, comenzó el contacto con las empresas que nos ofrecían la oportunidad de entrar a trabajar dentro de ellas.  Estuve tres meses en Palicrisa donde además, me renovaron dos meses más en verano, porque estaban muy contentos conmigo. Cuando salí comencé a trabajar en el sector de la hostelería  y hasta el día de hoy, no he parado. Siempre digo que, de cada lugar en el que he desempeñado mi trabajo, he aprendido algo y doy gracias a quienes posibilitan proyectos como este. Miro hacia atrás y yo mismo me sorprendo por cuánto ha cambiado mi vida y mis perspectivas de futuro. Me doy cuenta de que estaba metido en un pozo, alguien me dio una cuerda y afortunadamente, me agarré a ella.

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