Como cada año, la llegada del 2 de abril significa el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo. No se sabe muy bien el por qué de su elección, aunque sí su finalidad. Una finalidad que nace en el seno de la ONU, en diciembre de 2007, consciente de la problemática y preocupada por la prevalencia que supone el trastorno para los niños y niñas. Desde entonces, las iniciativas, los actos, las tendencias, los hashtags y el colorido azul se propagan. El apoyo es multitudinario, al igual que cuando se conmemora cualquier otro día, y la sociedad añade una pizca de inclusión que nos hace mejorar y avanzar. Durante 24 horas. Una vez pasadas, ya sería 3 de abril: Día Mundial del Arcoíris.
En el calendario del Community Manager la visión idónea para trabajar contempla esta estrategia. El uso de fechas importantes para generar contenido interesante relacionados con la temática. Y en la vida real, o redes sociales que proyectan la vida real, a veces jugamos a los Community Managers. Concienciación el Día del Autismo y olvido hasta el año siguiente. Apoyo para hoy y hambre para mañana, pues como comenta el presidente de la Asociación Badajoz Inclusivo, Elías Macías, «¿de qué vale que el día 2 de abril se hagan cosas y el resto de días no? Tendría que ser un trabajo continuo».
¿De qué vale que el día 2 de abril se hagan cosas y el resto de días no? Tendría que ser un trabajo continuo
Todos los días son 2 de abril. Para los padres y madres de hijos e hijas con TEA, que la fecha se expanda durante 364 días, significa la mejor manera de lanzar un mensaje de concienciación. Para ellos supone reconocer un trabajo permanente y diario, donde todos los días tienen terapias, luchan por sus seres queridos y libran una batalla por la concienciación. Donde el día a día es de suma importancia e iniciativas como poner pictogramas en los autobuses inducen una cuestión en la mente de la sociedad. «Se preguntan para qué sirven. Una vez lo explicas, todo el mundo lo entiende perfectamente, sobre todo los niños pequeños. De esta forma, aunque parezca una tontería, se lleva el mensaje de normalización», comenta Elías.
Para la Asociación Badajoz Inclusivo, la normalización es clave. Su consecución pasa por el conocimiento y visibilización, que, junto a la inclusión, forman sus objetivos principales. Un todo en uno que, «cuando visibiliza el trastorno, manda un mensaje a la sociedad de concienciación diciendo que todos somos distintos, pero a su vez iguales». Y la prueba la podemos encontrar en el vídeo publicado con motivo del Día del Autismo. «De una forma novedosa, ha llevado a cabo un mensaje potente, generando gran impacto y teniendo una repercusión bastante amplia con felicitaciones desde Cádiz, Valencia, Tarragona y, en general, desde toda España», añade el presidente de Badajoz Inclusivo.
Pese a ello, como menciona Elías, todavía queda un gran camino por recorrer. «No solo para lograr la concienciación sobre el TEA, si no en cualquier ámbito». Cada vez contamos con más herramientas, pero queda muchísimo para lograr una inclusión plena. Mucho más para empatizar y conocer las barreras que enfrentan a diario y deben superar. «Todavía no somos conscientes de lo difícil que se lo ponemos. Una acción cotidiana para nosotros resulta un proceso automático, mientras que para las personas con discapacidad es una gran dificultad. Hay mucho por hacer para que sean uno más». Y más aún si nos fijamos en la actualidad y tiempos que corren, donde «metas y avances que parecían conseguidas, hemos visto que no. No hay concienciación«.
Una cosa diferente es que a mi hijo haya que ponerle un distintivo porque una persona empiece a insultar desde un balcón al no visibilizar una discapacidad invisible
«En las situaciones de crisis es donde se ven las miserias y carencias de la sociedad. Ahora estamos viendo los problemas que tenemos. Los estamos sufriendo en nuestras propias carnes con los insultos desde el balcón». Si la situación de por sí ya es difícil para todo el mundo, «imagínense para nosotros. Para nosotros es algo dramático. Nos ha partido a la mitad el curso y las terapias, provocando una ruptura con la rutina que desemboca en problemas de crisis y autolesiones en personas que necesitan una descarga física importante. Nos ha destrozado los esquemas». Para mas inri, está la gota que colma el vaso: insultos y distintivos. «Nosotros entendemos que desde un balcón no se diferencie un paseo, porque desde ahí no se aprecia una discapacidad que es invisible. Pero otra cosa diferente es que a mi hijo haya que ponerle un distintivo porque una persona empiece a insultar desde un balcón al no visibilizar una discapacidad invisible. Son dos cosas completamente distintas. Si denota algo fuera de lo común llame a la policía».
Motivos más que suficientes para enarbolarse en la bandera azul del ‘Todos los días son 2 de abril’. No como rasgo distintivo y estigmatizador que bloquea las agresiones verbales de los justicieros del balcón. Si no como marea que no cesa. Inconformista. Agradecida por las luces coloridas en las calles con motivo del Día De, pero a su vez maquinando siguientes proyectos como el aprobado por el Ayuntamiento pacense en el Parque Castelar dentro de las actividades ‘Vive el Verano en Badajoz’. Una iniciativa donde se van a adaptar distintos talleres para personas TEA y con trastorno cognitivos. Además de señalizar todo el recinto con pictogramas y mapas adaptados.
Sin darnos cuenta el tiempo pasa. Lo que hoy es una actualidad de última hora, mañana será un vives en el pasado. El día a día es efímero, pero la importancia de las cosas recae en nuestras manos. Tenemos el poder de redirigir y focalizar la atención en aquello que mejore la sociedad y logre una concienciación e inclusión plena. De sacar a ese asintomático Community Manager que llevamos dentro. Pues durante se publica este artículo se celebra Día Mundial de la Creatividad y la Innovación. Mientras que, recordemos: ‘Todos los días son 2 de abril’.
