Ante el factor que afecta al bienestar emocional durante la infancia y la juventud de las personas con trastorno del espectro del autismo (TEA) como las dificultades relacionadas con el acceso a los servicios de atención al bienestar emocional y la salud mental, la Confederación de Autismo España ha elaborado 10 recomendaciones para el personal sanitario.
Unos consejos que llegan debido a las dificultades que destacan los familiares y personas con TEA relacionadas con el apoyo emocional y a la atención a su salud mental, cuya problemática mayor aparece para acceder a una atención especializada, especialmente después de los 18 años.
Entre los obstáculos que las personas con TEA y sus familias encuentran para acceder a servicios de atención a la salud destacan factores relacionados con el conocimiento y la formación del personal que proporciona tales servicios, las propias dificultades para reconocer la sintomatología de problemas de salud (por parte de las propias personas con TEA y también de los equipos sanitarios), así como con las características generales de los sistemas y servicios de salud: entornos poco accesibles cognitivamente, falta de recursos adaptados al colectivo, tiempos de espera e incertidumbre, etc. (Nicholaidis et al., 2015).
Es por ello que, desde Autismo España, y en el marco del proyecto ‘Bienestar emocional, salud mental y trastorno del espectro del autismo: retos y estrategias de abordaje’, financiado por la Fundación Probitas, hemos desarrollado unas recomendaciones destinadas a personal sanitario para favorecer el bienestar emocional de las personas con TEA. El objetivo de estas orientaciones es favorecer el conocimiento por parte de los y las profesionales de la salud en relación a la detección y el abordaje de las condiciones que inciden negativamente en la salud mental y en el bienestar emocional de las personas con autismo, haciendo un énfasis especial en la infancia y la adolescencia.
Recomendaciones para personal sanitario:
- Procura atender a la persona en entornos tranquilos, sin exceso de ruidos, luces o distractores.
- Dirígete principalmente a la persona a la que estás atendiendo, incluso si es menor de edad, e incluye de manera adecuada a sus acompañantes.
- Proporciona el tiempo necesario para que la persona con TEA pueda procesar la información, responder y realizar preguntas si lo necesita.
- Avisa a la persona antes de tocarla.
- Ten presente que para muchas personas con TEA puede ser difícil identificar sus síntomas emocionales y pueden centrarse únicamente en su malestar físico.
- Haz uso de un leguaje adaptado a las necesidades comunicativas de la persona TEA y trata de vincular los contenidos de la sesión a sus gustos e intereses particulares.
- Evita el uso de preguntas abiertas, busca la claridad y la especificidad a la hora de transmitir instrucciones sobre procedimientos y tratamientos.
- Es útil aplicar apoyos visuales concretos como el uso de narraciones, historias, listas, dibujo o tiras cómicas para transmitir la información y aumentar la comprensión.
- Infórmate sobre estrategias y herramientas de valoración diagnóstica o atención a la salud adaptadas al colectivo.