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Un deseo al cielo, Eva Palma y su poder mágico

Un deseo al cielo, Eva Palma y su poder mágico

Susana Mangut

22 enero, 2021

A buen seguro, todos querríamos tener un poder mágico que destruyese las enfermedades y en general, lo fatídico, lo malo que pueda pasarnos y también que pueda sucederle a nuestros seres queridos. Eva Palma es casi un hada y precisamente escribir es la fórmula que más la ha acercado a poseer esta virtud. es placentina y hace cuatro años fue diagnosticada de condrosarcoma, un cáncer de hueso. La intervención le dejó dolor crónico y la incapacitó para trabajar. Sin embargo, se demostró así misma, primero y a los demás después, que el ser humano está lleno de resiliencia y capacidad de esfuerzo y se dedicó a regalar generosidad. El próximo lunes sale a la venta su primer libro cuyos fondos irán destinados en su totalidad, a la investigación del cáncer infantil.

Eva decidió recuperar una afición que ya tenía desde pequeña. Comenzó a escribir un diario y se puso a hacerlo como terapia y también como una fórmula con la que depurar recuerdos y emociones. Entonces vio la luz “DESEAS TENER ALGÚN PODER MÁGICO QUE LO DESTRUYA”, un diario editado por Europa Ediciones, donde plasma su experiencia con la enfermedad y su visión más íntima de lo vivido. Sin duda, mucho más que un libro que estará en librerías a partir de este próximo lunes y que además es solidario, ya que la autora destinará toda la recaudación de fondos de los ejemplares vendidos, a la inversión en investigación sobre el cáncer infantil.
“Yo siempre había escrito poesía, sobre todo cuando estaba más triste y más deprimida. A raíz de la cirugía torácica que me hicieron, cada vez me podía sentar más tiempo al ordenador y comencé un diario, desde que me levantaba hasta que me acostaba. Por las noches me gustaba plasmar como me sentía y se fue convirtiendo en una rutina que me ayudaba muchísimo, en una particular terapia”.

La vida, que a veces es caprichosa, quiso que la mejor amiga de Eva, Sofía también padeciese un cáncer prácticamente a la vez que ella. Hoy se le llenan los ojos de lágrimas y se le quiebra la voz cuando habla de ella y quizá el libro pueda haberse transformado en un deseo al cielo porque fue la voluntad de su amiga que desafortunadamente se marchó hace algún tiempo a causa también de este monstruo que nos asola, llamado cáncer. “Sofía era mi amiga de siempre. Nosotras éramos inseparables desde la infancia y desafortunadamente ella comenzó primero con la enfermedad. Al final, reconozco que me he metido en esta aventura por ella y sobre todo porque deseo donar todos los beneficios que saque del libro a la investigación del cáncer infantil. Pienso que hay que empezar por ahí”. Eva tiene claro la razón por la que quiere volcarse sobre todo en los más indefensos, en los niños, En esa injusticia que significa el cáncer en ellos. “En primer lugar creo que hay que dar visibilidad. Y en segundo lugar creo que si alguien no merece morir y menos por esta causa, son los niños. Yo tengo 52 años pero me parece tan injusto que un niño muera por qué no se haga algo, lo que sea.

El cáncer infantil es la primera causa por enfermedad en niños y adolescentes y eso la mayoría de las personas no lo saben. Creo que con la investigación se puede hacer mucho y un porcentaje elevado, se curan. Por eso tengo claro cuál es el camino”.
En cuanto a la inversión en ciencia que sin duda, es necesaria, Eva no quiere echar la culpa a nadie. Asegura que la culpa no la tiene nadie y que el cáncer es una enfermedad contra la que hay que luchar y también hablar de ello de la forma más natural posible. “Decir tengo cáncer no significa decir, me voy a morir. Tengo cáncer sí, pero estoy luchando por sobrevivir y quiero que los niños tengan cura y se vayan a su casa sanos. Eso es lo que quiero. No quiero más”.

Sofía fue la que la animó a compartir todos estos contenidos que hoy forman parte del libro de Eva. Ella recuerda que su amiga fallece justo cuando ella llega de una de sus revisiones. Al principio no tenía ánimos para nada pero después de un tiempo se lo pensó mejor y tiro para adelante. “El libro es una mezcla de todo. Hay poesías que escribo por la noche, de madrugada , cuando no puedo dormir. Hay dibujos que hago mientras escucho música con los auriculares. Para mí la música es mágica. Me gusta todo tipo de música y siempre me acompaña. Realmente contiene mi día a día. Mis experiencias en la revisiones, en fin, mi vida”. Una medicina que ella misma se ha buscado para esos días que, como confiesa, no puede ni levantarse del dolor que tiene. Necesita esa magia para calmarlo y la ha encontrado. Aunque lo mejor de todo es que la ha compartido evidenciando que, con personas como ella, un mundo mejor sí que es posible.

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