SALUD MENTAL ESPAÑA ha elaborado el documento ‘Intervención con personas con problemas de salud mental ante la situación de emergencia ocasionada por el COVID-19‘, una guía de actuación dirigida a Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y Miembros de las Fuerzas Armadas, ante la situación de estado de alarma decretada en España.

El objetivo de la guía es dar pautas de actuación a los y las profesionales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y Miembros de las Fuerzas Armadas para evitar situaciones de discriminación a las personas con trastorno mental y vulneración de sus derechos, justo en el momento en que más apoyo necesitan, permitiendo intervenciones en las que estos derechos queden garantizados.

 

Barreras a las que se enfrentan las personas con trastorno mental

La desinformación y falta de conocimiento sobre la salud mental y los diferentes problemas que esta puede conllevar, producen que en muchas ocasiones la sociedad discrimine a las personas con trastorno mental. Por ello, la guía comienza explicando qué es un problema de salud mental y cuáles son las principales barreras a las que se enfrentan durante este período de cuarentena.

Entre ellas, se encuentran las barreras ambientales (ausencia de comunicación de riesgos adaptada a las circunstancias de la persona), las barreras institucionales (como la falta de protocolos para atender a estas personas durante el aislamiento o la ausencia de mecanismos de protección ante las diversas vulnerabilidades a las que se enfrentan), o las barreras actitudinales (es decir, los prejuicios, el estigma y la discriminación).

El documento explica que es muy frecuente no apreciar a simple vista un problema de salud mental, y que no siempre tiene que tener acreditado un grado de discapacidad para necesitar efectuar salidas terapéuticas. Ante esta situación, se informa a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad sobre cuáles son los documentos acreditativos que pueden justificar una salida, y, por otro lado, en ausencia de documentos, se recomienda prestar atención a los factores conductuales o de riesgo que pueda presentar la persona.

 

Recomendaciones si se detecta un problema de salud mental

En primer lugar, es necesario mostrar buena comunicación. La situación de crisis que estamos viviendo puede agudizar procesos previos o generar otros nuevos que se manifiesten en cuadros de irritación, ansiedad o confusión. Por tanto, es fundamental mantener la calma, sin presionar a la persona ni habar demasiado, usar un lenguaje sencillo, y dirigirse directamente a ella y no al acompañante, en caso de que lo lleve.

Ayudar a la persona a tranquilizarse en caso de que se sienta confusa o sobrepasada por los acontecimientos, es otra de las pautas. Para ello, es conveniente evitar el uso de sirenas, hablar con un tono de voz bajo y pausado, y no mostrar un lenguaje corporal amenazante.

Si es necesario, las y los profesionales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad pueden buscar apoyo específico sociosanitario para llevar a cabo la intervención (Trabajo social, Psicología, etc.) para atender de forma individualizada cada caso.

Por último, se recomienda tomarse tiempo en estas intervenciones, respetando los tiempos y silencios de cada persona. Respetar los “paseos terapéuticos”.