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“Si Talía Fuera Ciega”, cuando los actores no miran a la cámara

“Si Talía Fuera Ciega”, cuando los actores no miran a la cámara

Mirada Social

3 junio, 2021

El séptimo arte ha sido, es y será siempre un extraordinario vehículo tremendamente potencial, para acercar al público el modo de vida y las circunstancias personales de gente que vive con una discapacidad. Mediante la risa, el llanto, las sensaciones en general , se consigue hacer ver de primera mano lo que supone trazar un camino diferente para algunos y se informa para acabar con la ignorancia y el desconocimiento de la sociedad. “ Si Talía fuera ciega ” viene como un proyecto cinematográfico de la productora Emblema Films , para la ONCE , a engrosar esta lista de propuestas y con una sabia bruta muy especial. Dirigida por el cineasta extremeño Antonio Gil Aparicio y con once compañías de Teatro que aparecen directamente implicadas en la película.

Se trata de una producción a partir del rodaje de escenas de las obras teatrales que ya representaban los distintos grupos, adaptadas al cine, donde los protagonistas son los actores y actrices ciegos y con discapacidad visual grave . Además, el Alma Mater de la obra es el actor y director teatral Esteve Ferrer , quien asesora a la ONCE en esta materia desde hace años y en esta ocasión también se encarga del guion de la pieza. Con la película, tanto el propio Ferrer, como su director, Antonio Gil Aparicio, desean que el espectador reflexione sobre la forma de vida de aquellas personas con otras capacidades y sobre cómo pueden desempeñar diferentes actividades en su día a día. Tal y como explica para Miradas, Antonio Gil Aparicio, “el proyecto surge a través de la ONCE”. Es Esteve Ferrer quien propone al cineasta extremeño llevar a cabo una adaptación cinematográfica de diversas escenas de obras teatrales representadas por los grupos. “Sobre todo, se trataba de sustituir la actividad porque, a causa de la pandemia, no se había podido celebrar la Vienal de Teatro que, cada dos años , organiza la ONCE y no se había hecho nada de cine, por lo que nacía toda una oportunidad atractiva y muy interesante. No me lo pensé y en cuanto me lo planteó Ferrer, , comenzamos a trabajar pese a las dificultades que está trayendo aún consigo la pandemia.

Sabíamos que sería un rodaje complicado. Hemos recorrido doce Comunidades Autónomas por toda la geografía española; Galicia, Cataluña, Madrid, Baleares, Andalucía…. Desde el primer momento me encargué de la producción del proyecto y aunque en principio hablábamos de un cortometraje, ahora lo definimos como un mediometraje” . Tanto la teoría del proyecto, como el presupuesto obtuvieron el visto bueno por parte de la Dirección General de Cultura de la ONCE, convirtiéndose así en una realidad. “Los directores de cada compañía debían elejjir una escena concreta de alguna obra que ya tuviesen ensayada y nosotros nos ehmos encargado de hacer una especie de recorrido cronológico de la historia del teatro. Desde el grecolatino, hasta textos de Lorca o los últimos más contemporáneos; autores vivos que se han adaptado para componer esas once secuencias y llevarlas al cine.

Según relata Antonio Gil, “ este proyecto se caracteriza por adaptar obras literarias a un formato cinematográfico que las transporta a escenarios naturales y por eso, cada director de teatro nos envió las escenas primero y luego yo las he adaptado a un guion cinematográfico . Así y todo, nos dimos cuenta de que faltaba el hilo conductor que nació posteriormente, de un guion de Ferrer” . Entonces fue cuando vio la luz por fin “SI Talía Fuera Ciega ”, con ese nexo de unión: Lucio es un romano ciego en la Emérita Augusta de después de Cristo que desea ser actor y para ello invoca a la musa del teatro que es Talía y ésta le ayuda a conseguir su sueño. “La verdadera historia sucede mientras que Talía visualiza esas secuencias que son las escenas interpretadas por los actores ciegos o con deficiencia visual grave. La obra concluye cuando la mismísima Talía se da cuenta de que el teatro no tiene límites para las personas ciegas”.

Se trata de mucho más que una película. Es un proyecto pionero, ya que, como especifica Gil Aparicio, “ por primera vez se rueda con un elenco de más de cien actores ciegos o con deficiencia visual grave y además, se hace en diferentes lugares. Hemos rodado en sitios como el Monasterio de san Gerónimo de Granada o en la Cárcel de Tarragona, entre muchos otros” . Un sueño “de cine”, nunca mejor dicho, que deja claro y evidente la simbiosis perfecta entre quienes han dirigido el film y han recogido vivencias de estos actores a los que quizá, es la cámara quien debe mirarles y no al revés y todos los que han formado el reparto de esta cinta que ahora, aseguran saber de primera mano cómo se rueda una película y que, a buen seguro, no olvidarán esta aventura.

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