Extremadura da la espalda a sus olivos centenarios. Así lo alerta Ecologistas en Acción de Extremadura ante la progresiva desaparición del olivar tradicional por la construcción de plantas fotovoltaicas, de obras públicas o por el cambio de cultivo a explotaciones más rentables como el olivar superintensivo, los almendros o los regadíos.

Mediante un comunicado, la asociación reclama que se apruebe una normativa que proteja los ejemplares centenarios y milenarios que constituyen un valioso patrimonio natural y cultural para la región. Una medida de protección como la llevada a cabo en comunidades como «Valencia y Cataluña».

«Quizá sea este el momento para que esta comunidad autónoma se sitúe a la altura de las más avanzadas en estos aspectos, para prevenir lamentos posteriores por las pérdidas irreparables y como medio de que la administración salga de la parálisis e inmovilismo o, incluso, involución en la aprobación de nueva normativa ambiental de los últimos años. Es posible crear una legislación que contemple medidas de protección adecuadas y de bajo coste para todas las partes, de forma que se conserve al menos un buen porcentaje de olivos centenarios en los cambios de cultivo, en la implantación de modelos más intensivos, en las obras públicas o en la construcción de plantas fotovoltaicas, integrándolos de una u otra manera en estos proyectos. Y, por supuesto, se conserven los más monumentales, notables, singulares y milenarios».

De esta forma, manifiestan una mayor «atención y protección» para la conservación de unos «seres centenarios que están siendo sustituidos por olivares superintensivos, regadíos u otros cultivos de mayor rentabilidad y a los que se suma, en los últimos tiempos, la construcción de numerosas plantas fotovoltaicas, obras públicas, el carboneo y el negocio de los olivos ornamentales».