El Consejo de Gobierno ha autorizado este miércoles la convocatoria de las ayudas para facilitar la recuperación integral de las mujeres víctimas de violencia de género, dotadas con un presupuesto de un millón de euros, cofinanciado al 50% por fondos propios de la Comunidad Autónoma y por trasferencias del Estado para el desarrollo del Pacto de Estado para la Violencia de Género.

Así lo ha anunciado en rueda de prensa la consejera de Igualdad y portavoz de la Junta de Extremadura, Isabel Gil Rosiña, quien ha recordado que estas ayudas estaban dotadas hace solo dos años con una cuantía sensiblemente inferior, 349.000 euros.

Asimismo, ha recalcado que serán 4,6 millones de euros los que llegarán a Extremadura del Pacto de Estado para la Violencia de Género en este año 2020.

La consejera de Igualdad ha destacado la importancia de estas ayudas, que suponen «una segunda oportunidad» para las mujeres que han logrado salir del «círculo de la violencia» y ha agradecido el trabajo que realizan no solo los profesionales que dependen del Instituto de la Mujer de Extremadura, sino también la «perfecta coordinación» con otras instancias como los servicios sociales de base, el Poder Judicial y la Delegación del Gobierno, entre otras.

Gil Rosiña ha informado de que estas ayudas se adaptan a la «necesidad real» de cada mujer, y se materializan en un pago único que tiene un límite de 5.000 euros en su cuantía. Las ayudas forman parte de todo un conjunto de recursos y de una red de atención a las víctimas de violencia de género que ya lleva mucho tiempo realizando este trabajo.

En relación con el número de beneficiarias de las ayudas, Gil Rosiña ha señalado que en la convocatoria de 2018, dotada con 349.000 euros, fue de 140 mujeres, mientras que en 2019, ya con una dotación de un millón de euros, fueron atendidas 343 mujeres.

Por otro lado, la consejera ha vuelto a condenar la violencia de género y ha llamado la atención sobre el hecho de que el número de llamadas al 016 durante el pasado mes de abril haya sido el más alto de los últimos tres años, lo que significa, ha dicho, que «la violencia de género no entiende de estados de alarma».

En el caso particular de Extremadura, ha aclarado, el número de llamadas al 016 en ese período se ha reducido pero se ha incrementado el número de mujeres atendidas en otros servicios de la red.