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Solidaridad, a todo color

Solidaridad, a todo color

Susana Mangut

9 septiembre, 2021

La exposición de pintura ‘Los colores de la vida’ de Javier Rodríguez Rubio , se puede ver, en el Centro Cultural Santo Domingo, en Mérida, hasta el próximo día 18 de este mes y además de una muestra artística, es también una muestra solidaria. Los fondos que se recauden, irán destinados a beneficio de la Asociación Española Contra el Cáncer.

Javier se autodefine como una persona “muy inquieta y con muchas ganas de aprovechar y disfrutar de la vida , que ha encontrado un modo de expresión a través de las artes”. Pero sólo hace falta charlar unos minutos con él, para darse cuenta de que la verdadera inspiración del pintor, reside en su madre. Habla de ella como ese “alfa y omega” primordial donde uno se sustenta. “Mi madre era una persona a la que le encantaba vivir cada minuto intensamente y yo he querido tomar su relevo desde hace ya muchos años”. Javier es aventurero y fotógrafo. Ha escalado en el Almanzor o el Teide y se ha traído maravillosos recuerdos con su cámara, con la que también busca transmitir todo lo vivido. “Hice una exposición fotográfica, por ejemplo, sobre el Camino de Santiago en la que quise traer a Mérida sensaciones y sentimientos que me fui encontrando en aquella aventura”.

Pintar a carboncillo se convirtió también, en una de las aficiones con las que Javier quiso toparse y terminó viendo la luz una exposición en la Academia de Mérida. “Una vez me dio además, por pintar con acuarela y la profesora me animó a continuar. Comencé entonces con cuatro o cinco cuadros y uno de ellos, lo presenté en público y quiso el destino, que conociera a una voluntaria de la Asociación Contra el Cáncer . Aquella conversación que mantuve ese día , dio lugar a un proyecto consistente en unos dibujos y unas fotografías para colaborar con ellos” . Pero Javier, además de con el éxito que tuvo aquella exposición, se quedó con algo que hoy por hoy, le ha enganchado: la solidaridad transformada en “aquella satisfacción que yo sentí cuando les entregué el dinero de los fondos que se habían sacado del evento ”. Una actividad que, decidió Javier, que no podía ser la última, ni mucho menos y que había que arrimar el hombro.

Fruto de aquella pretensión, ha nacido también este racimo de obras que hoy puede verse en el Centro Cultural Santo Domingo. Además, la vida, dura y amarga, también le ha enseñado a Javier la razón de por qué debe poner su granito de arena. “Hace tan solo unos meses, aquella voluntaria que me presentaron un día, falleció a causa de un cáncer de ovario y también, he vivido de cerca, desafortunadamente, la muerte por cáncer de un buen amigo de la infancia de cuya amistad y enfermedad, he aprendido mucho. He visto su fortaleza desde la primera fila y no me ha dejado indiferente el hecho de que, aún estando enfermos y todo, continúen ayudando. Nos dan una gran lección de vida que tenemos que aprovechar”

. Con respecto a las muestras que se pueden admirar en el Centro Cultural Santo Domingo, Javier Rodríguez Rubio resalta el lugar que ha querido darle a la mujer afgana. “Hace algunas semanas, vi en los informativos a una chica afgana que pintaba graffitis en los muros de Kabul. Sus obras eran maravillosas y llenas de color y alegría. Sin embargo, hacía un tiempo que las había cambiado por pinturas lúgubres, grises y tristes. En ellas, todas las mujeres aparecen ahora sin boca”. Un mensaje al mundo que ha querido lanzar esta artista y que Javier ha querido recoger y plasmar en esta exposición convirtiéndola así, en más especial todavía.

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