Comenzaba este artículo ayer, cuando sin predecirlo YouTube decidió cambiar mi idea y hacerme pensar. Pensar en la música y en su capacidad de liberación. No vengo a descubrir nada nuevo. Sobre la música se habrán dicho mil y una cosas: es benefactora para la salud, proporciona estados de ánimos y resulta motivadora e inspiradora. Sobre su libertad, también. Aunque esta vez resultó diferente y la culpa fue de la reproducción automática. “Cuando salga de esta iré corriendo a buscarte. Te diré con los ojos lo mucho que te echo de menos”, sonó de repente. Sin previo aviso, me encontraba en ese punto donde el cuerpo está presente y la mente volando.
“Somos aves enjauladas con tantas ganas de volar, que olvidamos que en este remanso también se ve la vida pasar”. De esta forma, comenzaba el estribillo de la nueva canción de María de los Ángeles Rozalén Ortuño, más conocida como Rozalén. Algo más de tres minutos y medio después, el viaje finalizó. De nuevo con los pies en la tierra, con una nueva idea, varias lecciones y con una pregunta: ¿Qué sería de la vida sin la música? Pues un error, como bien alude la mítica frase célebre de Nietzsche. Y más en esta época donde todo los que nos rodea es pandemia, coronavirus, crisis y más crisis.
Ciertamente, ahora mismo somos aves enjauladas, pero en nuestro interior reside la capacidad de volar y ser liberadas a través de la música. Y es que, no solo los libros tienen el poder de recrear un mundo en la mente. También lo tiene la música, que como forma de vida se abandera a la terapia. Y esta canción lo demuestra. Esta canción tiene esa capacidad. Un regalo para los oídos, la mente y para el cuerpo en general que además nos brinda la oportunidad de homenajear y tener presentes a las personas más vulnerables y a la fragilidad que supone vivir esta crisis en condiciones de exclusión. Pues más allá del sentimiento y mensaje optimista que trasmite, la cantautora pone en valor aprender de lo que estamos viviendo “para volver con más fuerza”, apoyando con cada reproducción la red de pisos de acogida del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) para familias, mujeres e infancia en situación de vulnerabilidad de la ONG Entreculturas.
‘Aves enjauladas’ se enmarca en la historia de colaboración de Rozalén y Beatriz Romero con Entreculturas a favor de las niñas y mujeres víctimas de violencia, las personas refugiadas y los proyectos de cooperación internacional. Una nueva canción nacida en el marco del COVID-19 que cuenta con un canal habilitado de donación para colaborar y dar esperanza a las personas beneficiarias del proyecto. Además de poder escucharla en las diferentes plataformas musicales: Spotify, Apple Music, Tidal, Deezer, Google Play o iTunes Store.
Está en nuestras manos y solo hace falta eso que llamamos “un click”. “Un click” para darnos cuenta que todos los besos y abrazos guardados se recuperarán; que cuando acabe todo esto nos pondremos de rodillas antes nuestros abuelos. No los descuidaremos y brindaremos por aquellos que se fueron sin despedida. Lo importante, será realmente lo importante. La Sanidad será intocable, la naturaleza admirada y nosotros volveremos. Volveremos con la lección de tener un mundo mejor. Como aves enjauladas que se liberan a través de la música. Que durante este tiempo se han “mirado, valorado y han vivido”, mientras que una primavera radiante avanza sigilosamente y donde los barrotes ponen un límite físico, pero no impiden ver la vida pasar.
