La CNSE (Confederación Estatal de Personas Sordas) ha denunciado que la falta de accesibilidad de los servicios telefónicos de atención pública, multiplicados a raíz de la pandemia, impide su uso por parte las personas sordas.
Para el movimiento asociativo de la CNSE la transformación tecnológica y digital de nuestro país no debe ser motivo de exclusión y al aislamiento: «Se olvidan de que las personas sordas somos diversas, y que la comunicación debe adaptarse a las necesidades de todas y cada una de nosotras. Para muchas personas sordas, la comunicación en lengua de signos es determinante para acceder a la comunicación, a la información y a los distintos bienes y servicios».
En este sentido, recuerdan que existen soluciones implementadas y de probada eficacia como la videointerpretación que permiten una comunicación accesible con estos servicios a distancia a través de la lengua de signos, o en la modalidad comunicativa que requiera cada persona sorda. «Son la única alternativa a las barreras que existen en el acceso a la información, la comunicación y la atención sanitaria, para contactar con teléfonos de emergencias como el 112, o a la hora de realizar cualquier trámite con las administraciones públicas».
Especialmente crítica es la situación que atraviesan las personas sordas más vulnerables, a las que la escasez de recursos y apoyos acordes con su realidad comunicativa les ha golpeado con especial dureza. «La COVID-19 ha propiciado numerosas situaciones de incomunicación, abandono y soledad no deseadas que hemos tenido que ir solventando desde nuestras propias organizaciones, con mayor o menor apoyo, y siempre sujetas a la buena voluntad de quienes gestionan lo público», señala la presidenta de la CNSE.