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Jose María Lujan Murillo, su “Otra Sevilla” y la historia envuelta en empatía

Jose María Lujan Murillo, su “Otra Sevilla” y la historia envuelta en empatía

Susana Mangut

25 junio, 2021

Sencillez, humildad y buena pluma es lo que caracteriza a José María Luján Murillo a quien descubrimos como alguien que se define asegurando que es “un niño que nació en el sureste de la campiña de Badajoz y que aspiraba a salir de aquel lugar, Granja de Torre Hermosa, para conocer mundo. Tuve la suerte de que, a los 12 años, fui becado en la Universidad de la Coruña donde estudié el bachiller elemental. Luego me marché a continuar mi formación a la Universidad Laboral de Córdoba de la que me expulsaron por secundar y encabezar una de las huelgas generales que protagonizaban los estudiantes. Al quedarme sin beca pues decidí irme a Barcelona donde ya vivían otros hermanos míos y comencé a trabajar mientras seguía estudiando y tres años después tuve que regresar al pueblo. Cursé el Bachiller superior y acabé viviendo en Sevilla, tras terminar el Servicio Militar. Hice la carrera de geografía e Historia y tuve la suerte de ser contratado para formar parte de un proyecto de la Consejería de Obras Públicas y Transporte en la Junta de Andalucía. Además, he trabajado en varios campos en la administración relacionados, por ejemplo con los Fondos Europeos, en la Consejería de Medioambiente y finalmente en la Consejería de Empleo”.

Hasta aquí, una trayectoria normal de una persona normal pese a que lo “normal” resulte legítima y tremendamente relativo. Pero nos paramos en que Luján Murillo escribe y en el “qué” y en su “cómo” lo escribe para hablar con él de su novela titulada “Otra Sevilla” que se nos presenta como muchísimo más que una historia de amor entre dos personas con Síndrome de Down. Se nos presenta como más que historia porque dentro de sus páginas se contienen maravillosas espirales construidas como enredaderas entre historias en forma de puro sentimiento y la propia historia de Sevilla enmascarada magistralmente en minuciosas descripciones de monumentos, edificios y lugares en general. Todo comenzó como nos cuenta Luján desde su adolescencia. “Yo expresaba a mi forma, escribiendo, aquello que me enrabietaba, me gustaba, me hacía feliz o me ponía triste. Algunas notas y artículos breves míos comenzaron a publicarse en la revista de mi localidad hasta que Un día una amiga mía del pueblo me animó a escribir algo más grande e importante y me lancé. Entonces vio la luz mi primera novela titulada “Como Leona Herida” y a partir de ahí me planteé continuar escribiendo”. Pero a este escritor se le trasluce inevitablemente el sentimiento en sus letras, tal y como él mismo asegura y es algo que al lector no le puede pasar desapercibido. Es cierto que Luján ha colaborado también en alguna edición de obras de equipo como el Diccionario Histórico de las Calles de Sevilla pero lo que indiscutiblemente llega al corazón en esta novela de la que hablamos y que es el hilo conductor del argumento, tiene que ver con ponerse en la piel del otro y de qué manera. “Esta novela se desarrolla en una ciudad que me entusiasma. Tardé tiempo en tomarle el “conque” pero ahora estoy encantado y creía que Sevilla se merecía que yo hablase así de ella. No en vano, aquí viven y nacieron mis hijos y mi vida está en ella. El sector norte me encanta y se me ocurrió la idea de escribir algo sobre una persona con Síndrome de Down y que viviera en esa zona”. La razón sobre escribir aquella historia, José María la define de manera indiscutible, desde su corazón. Para Luján, las personas con Síndrome de Down, “son personas con una sensibilidad especial, libre de los prejuicios que tenemos las demás personas sobre el mundo y la idea inicial surge porque en las ciudades existen elementos que nos identifican aunque no tengamos un planteamiento real sobre los mismos. Esa persona juega sobre los alrededores de la Iglesia de San Marcos y sabe que cuando oye las campanas de la torre debe volver a su casa. Una vez no escucha esas campanas y se pierde, se despista. Todos los vecinos salen de sus casas a buscarlo. Por otro lado, en lugar de describir edificios y monumentos como vienen en cualquier guía turística, pues decido ir más allá”. Y lo consigue con la inestimable ayuda de Salvador, el protagonista de la historia en cuya piel se pone Luján Murillo que percibe, siente y expresa esa realidad. “Además, la zona en la que se desarrolla el relato, cuenta con un patrimonio muy contundente y esto dará lugar a que ese personaje nos cuente cómo vive y nos transmita esas emociones que siente, por ejemplo, al entrar en esas iglesias o en los palacios”. La visión de Salvador, está a veces acompañada por la de su hermano, que tiene otro punto de vista más racional y otro nivel de comprensión diferente. Se trata pues, de una novela corta que añade otros hechos personales de la vida de Salvador, que pretenden hacernos ver que las personas con Síndrome de Down poseen una vida plena en la parte afectiva y emocional, pero también en el terreno laboral. Luján Murillo lo sabe de primera mano: “”Conozco a unos amigos de Granada con un hijo que tiene Síndrome de Down y ahí están sus padres, ayudándole para que sea una persona autónoma e independiente”.

Quizá con esta experiencia la sensibilidad ha llamado a la puerta de la vida de Jose María Luján Murillo que afortunadamente ha querido transmitir esta vivencia suya, pero aderezándola de una manera empática, sin prejuicios y desde una calma y una mirada humilde, sencilla y majestuosamente real que deja, al lector que penetra en esa “Otra Sevilla” con un abrazo en el corazón y una sensación plena de que vivimos en un mundo mejor de lo que lo pensamos.

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