Javier Rosado es de esas personas que piensan: si algo es bueno para mí, también será bueno para los demás. Dicho y hecho.
Hoy habla con nosotros sobre un proyecto empático y lleno de valores que se le ocurrió un día en Madrid, ciudad en la que vive y trabaja, tras estudiar una ingeniería en Badajoz, donde ahora además, pretende que aquí, también nos calcemos sus ‘Zapatillas Solidarias’.
Todo comenzó como una iniciativa de recogida de ropa y calzado deportivo para personas sin hogar. A Javier, el deporte le aporta mucho y bueno y por eso, quiso trasladar esta inquietud a la gente que vivía en un centro de acogida. Hoy puede y debe sentirse orgulloso por lo que muchas personas han conseguido gracias a su pretensión. Tras un paso, otro y así hasta llegar a correr maratones pero sobre todo, la más dura, la de la vida, a algunos les ha cambiado gracias al deporte y a Javier. Aquí nos lo explica todo.