El Observatorio Empresarial para el Crecimiento Inclusivo (OEPCI) ha publicado su IV informe anual que, en esta ocasión, lleva por lema ‘Crecimiento inclusivo. En busca de una prosperidad compartida’ y en el que precisamente aboga por el crecimiento inclusivo para superar la situación actual e incide en el papel del sector privado para combatir la pobreza y la desigualdad que se han agudizado durante la pandemia.
Según el informe, la desigualdad es, junto al cambio climático, uno de los grandes desafíos a los que se enfrenta la humanidad en un mundo globalizado e interconectado. Además, con la COVID-19, han surgido nuevos indicadores que reflejan la pobreza o desigualdad.En este sentido, los autores del estudio afirman que, por ejemplo, en España hay 235.000 hogares que solo tienen acceso a internet a través del teléfono móvil, lo que influirá en el nivel educativo de muchos niños y jóvenes. Por otro lado, el Banco Mundial calcula que 115 millones de personas caerán en situación de pobreza extrema (menos de 1,90 dólares al día) por causa de la COVID-19, entre otros datos.Por todo ello, los autores del documento argumentan que la visibilidad de la pobreza y la desigualdad «puede transformarse en oportunidad para enmendar la situación» pero que «conseguirlo es responsabilidad de todos». «Y solo lo lograremos con un esfuerzo conjunto de toda la sociedad, empresas e instituciones. El liderazgo del sector empresarial es clave en este esfuerzo para que, junto a la necesaria y rápida reactivación económica, se logre que ese crecimiento beneficie a toda la sociedad y contribuya a una prosperidad más amplia y compartida», aseguran.